sábado, 28 de diciembre de 2013

Oír y ver cosas que ya no sabes si creer, no sabes cuál tener en cuenta porque cada vez son distintas. Te olvidas de alguien que con el tiempo aparece, conoces a gente que con el tiempo te olvida. Llega ese punto en el que lo tienes todo sin tener a nadie. En el que no piensas en nada pero piensas mil cosas a la vez. Ese momento en el que ni tú sabes lo que quieres, y en el que tampoco sabes qué quieren los demás de ti.

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