
Llevas
días esperando a saber de él, intentando que te diga algo, saber cómo o dónde
está, pero por ahora, lo único que sabes es que tú le sigues dando igual, como
el primer día.
Ahora
eres invisible para alguien que en algún momento fue tu mundo, tu razón de
empezar de nuevo, tu razón para creer, tus ganas de seguir adelante.
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